Hola, hola, aquí Manu en el episodio 12 de Evolución Docente, oposiciones de educación. Este episodio se llama La vaca púrpura en las oposiciones. Te voy a contar cómo destacar en tu oposición hablando de vacas. Sí, vamos a hablar de vacas, pero no de cualquier vaca, sino de la vaca púrpura. Por cierto, si no estás en la newsletter, ¿a qué esperas? En evoluciondocente.com te llevas un regalo por apuntarte. Te llegarán ideas aplicables todos los lunes y algún día más. Si algún día te cansas, te das de baja. Tranqui, que no voy a ir a buscarte detrás tuya si te das de baja. Eso sí, tanto si no te apuntas como si te apuntas y te das de baja, que sepas que tú te lo pierdes. Bueno, venga, vamos al lío en este episodio.
¿Qué narices es una vaca púrpura? Mira, imagina que estás en un viaje de vacaciones y vas por una carretera y de repente ves una vaca. Te llama la atención. Seguro que le dices a tu acompañante, a tu pareja, a tus hijos, a tus padres. Eh, mira, una vaca. Y luego ves otra y otra. Cientos de vacas. Después de diez minutos ya ni miras las vacas. Hay tantas vacas que te parecen todas iguales. Lo que en un principio te llamó la atención ya no te llama la atención. Vacas marrones, vacas blancas, vacas negras, vacas blancas y negras. En fin, da igual el color. Te dan igual. Son todas las vacas iguales, de esos colores. Como te digo, la primera te llama mucho la atención porque si vives en una ciudad, en un pueblo, a no ser que sea un pueblo muy de campo, pues no es habitual ver vacas. Y las has visto ahí por la ventanilla en este viaje y te llama la atención. Pero ya está. Una vez que has visto unas pocas, has visto demasiadas. Ya pasan desapercibidas.
Ahora imagina que de repente ves una vaca púrpura. ¡Pum! Eso sí que te llama la atención. Da igual que hayas visto muchas vacas. Una vaca púrpura te llama la atención. Bueno, no sabes si es real, si es que has dormido poco, si es que has estado jugueteando con sustancias que no deberías, pero bueno, da igual. Te vas a acordar de esa vaca púrpura. Pues esto mismo pasa en las oposiciones. Piensa que el tribunal ve entre siete y ocho defensas al día, quizás algunos más. Y todas las defensas con la misma cantinela. Marco normativo, contexto, atención a la diversidad, elementos curriculares, evaluación, bla bla bla. Parecen clones. Y ahí estás tú. ¿Qué quieres ser? ¿Una vaca más o la vaca púrpura?
Veamos cómo puedes aplicar el concepto de la vaca púrpura, que por cierto está sacado de un libro de marketing del autor Seth Godin, uno de los grandes del marketing. No es un libro nuevo y aquí te lo traigo un poco adaptado a lo que a ti te interesa. Ser una vaca púrpura no es llamar la atención a lo loco. No se trata de que te disfraces para la defensa, ni de llevar globos, ni hablar como un coach de Instagram. No, no. Ser vaca púrpura es sonar distinto, que te vean distinto pero con algo muy importante, con coherencia. Es decir, algo que el tribunal no ha oído mil veces ese mismo día o que lo ha oído pero lo ha oído siempre de la misma forma y tú se lo cuentas de una forma diferente.
Por ejemplo, en lugar de empezar tu defensa diciendo "Hola, me llamo Manuel y voy a defender mi unidad didáctica de biología, geología, bla bla bla", que es lo que todo el mundo hace, pues puedes empezar tu defensa contando una historia real de aula o sacando, que es lo que yo hice, sacando una noticia impresa con un titular llamativo que en mi caso, si no recuerdo mal, ahora mismo estoy improvisando, era algo así como "El 87% de los empleos que habrá en el año 2030 aún no existen". Y ahí ya leí con la importancia de formar a nuestros alumnos en un mundo tan cambiante y de fomentar la competencia clave de aprender a aprender.
También podrías explicar cómo hacer una evaluación formativa de verdad, cómo cambiar un poco la estructura del discurso siguiendo un hilo conductor, una estructura de viaje de un juego o de un proyecto real o quizá tu experiencia real en otro ámbito y vincularlo. ¿Cuáles son los ejemplos reales que han funcionado? Una vez leí en un grupo de WhatsApp una opositora que sacó su plaza en ese momento, porque era de un grupo de funcionarios en práctica de cuando sacamos la plaza, y bueno, contó que había presentado su unidad como si fuera una serie de Netflix. Cada sesión, cada clase era un episodio, y cada episodio tenía cliffhanger, hechos que te dejan al final del episodio con ganas de más, pero que si acaba el episodio tienes que esperar una semana, o en este caso un día o dos días la siguiente clase para enterarte cómo sigue la trama y cómo se resuelve el asunto.
En fin, en cualquier caso, algo diferente, algo que tenía sentido, la historia iba de narrativa, estaba totalmente integrada en la unidad didáctica y no era para nada postureo, era algo que de verdad funcionaba, que de verdad pudo defender, algo totalmente coherente. Otro opositor llevó su propio material adaptado para un alumno con dislexia, lo mostró allí, explicó cómo iban a ser las prácticas, todo con detalle, y el tribunal quedó con la boca abierta, no por el diseño sino porque era real, de hecho ya lo había aplicado, era un material que no había creado para la defensa sino que lo había creado para el aula.
Y así hay muchos más, y al final esto no se trata de magia, se trata de pensar un poco fuera de la caja, un poco más allá, y de no tener miedo a sonar a ti mismo, o a ti misma. Esto que lo tengas claro, tienes que lo que sea que cuentes, que sea de verdad, que tú te lo creas, porque si no apesta. Y cuidado, no todas las vacas púrpuras valen, porque aquí viene lo importante, ser original no vale de nada si no hay fondo, si no hay coherencia. Déjame que recalque esto, al final si lo que haces es una presentación preciosa en Canva para sacar la impresa pero no sabes explicar cómo evalúas, pues vas mal.
O sea, tienes que tener tu discurso muy bien montado y sobre ese discurso le metes tu vaca púrpura o estableces el discurso en torno a tu vaca púrpura, pero con coherencia, ¿de acuerdo? No metas las cosas ahí como en caje de bolillos, a lo bruto no. No seas como aquellos que empiezan con una frase inspiradora típica de Paulo Coelho y después la unidad didáctica es un refrito de Pinterest. Así vas mal. Ser diferente no es decorar, es lo que hemos dicho, tener esa idea potente, esa vaca púrpura y saber defenderla.
Y bueno, puede ser que estés pensando, "vale Manu, ¿y si yo no tengo nada especial?" Pues mira, esto lo piensa mucha gente y es una mentira tremenda. Bueno, es que yo no tengo nada llamativo, es que yo estoy empezando, es que no tengo experiencia, a mí no se me ocurre nada. Que no, que no, que es mentira. Simplemente lo que pasa es que no te lo has planteado bien. Piensa, ¿hay algo que tú hagas diferente? Una experiencia de vida que puedas contar y que puedes usar como hilo conductor o como storytelling para conectar más con tu audiencia? En este caso, el tribunal. Una forma de explicar algo que conecte contigo.
Ya te lo digo, no necesitas 20 ideas locas, solamente necesitas una buena, muy bien explicada y ya con eso ya destacas más que el 90%. Piensa que la oposición no es una pasarela, no se trata de dar un pasito por allí, que te vean, hablar, soltar lo tuyo e irte. Es una escaparate. Al final ahí es donde pueden decidir si te llevan la plaza o no. Puede ser que te haya salido el examen peor o mejor, pero si te ven defender la programación didáctica y la unidad didáctica muy bien y te ven como una persona que realmente piensan, "oye, este se tiene que llevar la plaza, esta se tiene que llevar la plaza, que será una gran profesora". Pues ahí es donde se decide todo.
Y si pasas por ahí como una vaca más, se olvidan de ti. Si eres la vaca púrpura, con sentido, con coherencia, con verdad, te van a recordar. Y eso, en este juego, en este proceso, va a marcar la diferencia. Bueno, si este tipo de ideas te sirven, ya sabes, pásate por evoluciondocente.com, apúntate gratis y recibes cada lunes una idea concreta para mejorar como opositor y como profe.
Y si ya estás apuntado, apuntada, te agradecería muchísimo lo siguiente, dile a tus compis opositores y a tus compis profesores que se apunten, porque seguro que les puede servir mucho. Ahora, además de decirte eso, decirte que, bueno, Spotify, puede ser que me escuches por Spotify, por Apple Podcast, por iVoox, pero si me escuchas por cualquiera de ellas, concretamente en este caso, sé que con Spotify funciona, pero quizás en el resto también. Y tienes por ahí abajo la opción de dejar un comentario, déjalo, aunque sea un saludo, porque es que no sé cómo funciona, no he recibido, en el momento de grabar este episodio, ningún comentario, no sé un poco cómo funciona este apartado, que se ve que lo han implementado hace poco.
Así que, con esas dos cositas, agradecerte que me hayas acompañado otro día más y nos escuchamos en el próximo episodio. Y recuerda, mejor ser una vaca púrpura que una oveja gris.